• ¿Qué es la zooterapia?

La zooterapia es el diagnóstico o tratamiento de condiciones médicas que utilizan animales. Es un amplio término que incluye a casi cualquier tipo de tratamiento que utilice el efecto de un producto animal, o animal, en un ser humano. Algunas terapias, tales como la terapia con animales, se basan sólo en la presencia de un animal para producir un resultado en el paciente. Otras terapias, como la sanguijuela o las terapias larvales, utilizan el animal para llevar a cabo un procedimiento médicamente beneficioso. Algunas zooterapias utilizan veneno animal para tratar la enfermedad.

  • ¿Qué animales incluye la zooterapia?

La terapia con animales, utiliza variedad de animales para ayudar a tratar a los pacientes.

Los perros tienen un efecto calmante en algunas personas, y las acciones de acariciar o asear a los animales pueden ayudar a mejorar el control de la motricidad fina. Algunos pacientes crean vínculos con sus perros de terapia, por lo que la conexión emocional es útil para los pacientes tratados por eventos traumáticos. Los trabajadores de la salud a veces utilizan a los perros como un tipo de terapia social, cuando trabajan con pacientes de edad avanzada, o los que sufren de la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.

Los caballos y los delfines se utilizan en la zooterapia para niños. Los terapeutas utilizan los animales para fomentar la interacción con los niños autistas. Los animales también pueden ayudar a los pacientes jóvenes con problemas psicológicos, enseñarles valiosas lecciones acerca de la confianza y la compasión. Terapia con caballos puede ser útil para niños y adultos con problemas de movilidad, montar a caballo puede ayudar a mejorar el equilibrio, la coordinación y el tono muscular.

La zooterapia incluye el uso de peces, tanto por su influencia calmante como por su capacidad para limpiar la piel. Los médicos con frecuencia tienen peceras en sus salas de espera para ayudar a mantener la calma de los pacientes. Los pacientes muchas veces tienen menores presiones sanguíneas después de ver peces nadando. Algunos tipos de peces se alimentan de las células muertas de la piel, y pueden mejorar algunas condiciones de la piel. Este tipo de terapia, llamada ictioterapia, puede tratar el eccema y la psoriasis.

Los gusanos son una zooterapia eficaz para la ayuda en la cicatrización de heridas. Los gusanos sólo comen carne muerta, y son extremadamente eficientes en la eliminación de tejido gangrenoso, dejando solo el tejido sano en su lugar. Las sanguijuelas también cumplen una función médica importante. Para alimentarse, emiten una sustancia anticoagulante que evita que la sangre se coagule. Esta función es útil en la cirugía reconstructiva; en áreas tales como los ojos, donde la coagulación sanguínea podría significar la pérdida de la vista.

  • Objetivos de la terapia con animales

El objetivo de estas terapias es promover un vínculo afectivo entre el paciente y el animal, propiciando así una evolución considerable en el proceso terapéutico, con un extra de motivación por parte del paciente que, con la ayuda del animal, lleva a término unas acciones que de otra forma no haría.

Normalmente las personas que se someten a sesiones de terapia con animales son personas con alguna discapacidad, autismo o  deterioro cognitivo. También es muy recomendable en el caso de personas con enfermedades crónicas o degenerativas.

  1. Estimulación física: Se hace ejercicio con o sobre el animal. Es muy común el montar a caballo para tonificar músculos pélvicos y de la espalda con personas con espasticidad, rigidez o problemas en las extremidades inferiores. Igualmente, nadar en compañía de los delfines, el lanzar una pelota a un perro o incluso cepillarle los dientes, puede ser un buen ejercicio de motricidad. Ideal para todas las personas con alguna discapacidad física o motriz o problema de movilidad (gente mayor, personas con discapacidad física).
  2. Estimulación cognitiva: Se pueden trabajar entre otros temas la comprensión de órdenes. Se diseñan actividades en las que el animal pueda ser un elemento activo (que tenga que hacer algo) o pasivo (en el que sea solo necesaria su presencia) y las que se pueda trabajar un aspecto en concreto (colores, ingredientes de un plato, tamaños, partes del cuerpo…). Esta actividad está pensada sobre todo para colectivos con deterioro cognitivo (gente mayor con alguna demencia o personas con discapacidad psíquica).
  3. Higiene y hábitos: Los animales necesitan unos cuidados, al igual que nosotros. Comer, la necesidad de agua fresca o integrar ciertos hábitos higiénicos en una sesión de terapia puede ser positivo para reforzar también este hábito en la persona. Por ejemplo, el hecho de cepillar un perro o un caballo, o la ducha, se puede asociar a la necesidad de cepillarnos nosotros mismos o ducharnos. Un aspecto muy importante que se trabaja en las terapias con animales es el intercambio de roles. Puesto que los pacientes son normalmente personas con un grado de dependencia medio-elevado y necesitan de ayuda o supervisión constante para realizar sus actividades de la vida diaria, el hecho que durante la sesión puedan ofrecer cuidado de algún tipo a un animal es positivo para desarrollar su autoestima y su percepción de ser una carga para su familia o para la sociedad. – Ideal para trabajar con todos los colectivos.
  4. Comunicación y trabajo en equipo: Con frecuencia las sesiones son grupales y cada actividad precisa de la participación de más de una persona, con la que se tendrá que comunicar y coordinar para llevar a cabo la actividad. Igualmente, el principio de no violencia a la hora de dar órdenes a un animal o al hablar con otra persona, es un aspecto muy importante a trabajar en según que colectivos (por ejemplo centros de menores o presidiarios)
  5. Cuidados paliativos: Se usan sobre todo perros para esta función, ya que por su tamaño son muy fáciles de transportar y por su continuo contacto con los humanos, son muy dóciles y sociables. Puesto que el tacto es el último sentido que se pierde, puede ser un gran alivio una persona totalmente encamada y en la última fase de su vida, ya que el acariciar o simplemente el estar en contacto con un animal rebaja la ansiedad y promueve la fabricación de endorfinas.

Fuentes Enlace 1 y Enlace 2

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